La tercera edición del Festival de Jazz de Miami Beach ha superado todas las expectativas con la jornada celebrada este fin de semana en el teatro Olympia, en la que el saxofonista israelí Daniel Zamir puso el colofón a una cita con presencia de figuras importantes del panorama internacional de este género.
Zamir, conocido por fusionar sonidos tradicionales judíos, elementos de la música étnica y el jazz, logró levantar al público de sus butacas interpretando éxitos de su disco "Amen" (2006), el álbum de jazz más vendido en la historia de Israel.
Durante su actuación, el saxofonista, que ha actuado como invitado especial en giras de artistas como Sting, emocionó al público con su virtuosismo volcado en la ejecución de tradicionales canciones judías, que acompañó con sus característicos atuendos.
Visiblemente emocionado, relató cómo con melodías típicas judías ha logrado poner de pie a una sala repleta de musulmanes, logrando "eliminar fronteras, guerras y consiguiendo crear una burbuja de paz difícil de ver en los últimos años".
Por su parte, el pianista y compositor austroamericano Markus Gottschlich ofreció una excelente actuación al lado del baterista y ganador del Grammy José Javier Freire, de Puerto Rico y el bajista y ganador del Grammy, Rodner Padilla, de Venezuela.
Su exquisita técnica, unida a una gran pasión por el jazz, crearon un ambiente íntimo y catártico en el teatro Olympia. La multitud de matices de sus notas llevó al auditorio a experimentar todos los estados del alma, razones más que suficientes para lograr una de las ovaciones más entusiastas de la velada del sábado.
Mientras la banda lituana Sinkope, ganadora de la Liga de bateristas bálticos 2015, puso el punto de frescura a la noche, el guitarrista Joe Carter fue más conservador y desplegó un homenaje al compositor Antonio Carlos Jobim tocando exclusivamente temas del músico brasileño.
En total, fueron cerca de tres horas de buen jazz, durante las cuales se constató el auge que este festival adquiere con cada edición.
Y es que a la propuesta concertista del evento se suma invitados de lujo como el trompetista James Morrison, músico de jazz multi-instrumentista, capaz de ejecutar el saxofón soprano, alto, tenor, el clarinete, trompeta baja, trombón, tuba, bombardino, double bass y piano.
Este reputada figura del género ofreció esta semana un "master class" en la Universidad Internacional de Florida (FIU), donde explicó su enfoque de lo que debe ser la docencia musical, "basada en la enseñanza personalizada que hunde sus raíces en la relación íntima entre maestro y pupilo".
Morrison, que compuso y ejecutó la fanfarria de apertura de los Juegos Olímpicos de Sidney 2000, pone en práctica esta filosofía en su Academia de Música, que inició en Australia en el año 2015.
Fuente: Miami Diario
Zamir, conocido por fusionar sonidos tradicionales judíos, elementos de la música étnica y el jazz, logró levantar al público de sus butacas interpretando éxitos de su disco "Amen" (2006), el álbum de jazz más vendido en la historia de Israel.
Durante su actuación, el saxofonista, que ha actuado como invitado especial en giras de artistas como Sting, emocionó al público con su virtuosismo volcado en la ejecución de tradicionales canciones judías, que acompañó con sus característicos atuendos.
Visiblemente emocionado, relató cómo con melodías típicas judías ha logrado poner de pie a una sala repleta de musulmanes, logrando "eliminar fronteras, guerras y consiguiendo crear una burbuja de paz difícil de ver en los últimos años".
Por su parte, el pianista y compositor austroamericano Markus Gottschlich ofreció una excelente actuación al lado del baterista y ganador del Grammy José Javier Freire, de Puerto Rico y el bajista y ganador del Grammy, Rodner Padilla, de Venezuela.
Su exquisita técnica, unida a una gran pasión por el jazz, crearon un ambiente íntimo y catártico en el teatro Olympia. La multitud de matices de sus notas llevó al auditorio a experimentar todos los estados del alma, razones más que suficientes para lograr una de las ovaciones más entusiastas de la velada del sábado.
Mientras la banda lituana Sinkope, ganadora de la Liga de bateristas bálticos 2015, puso el punto de frescura a la noche, el guitarrista Joe Carter fue más conservador y desplegó un homenaje al compositor Antonio Carlos Jobim tocando exclusivamente temas del músico brasileño.
En total, fueron cerca de tres horas de buen jazz, durante las cuales se constató el auge que este festival adquiere con cada edición.
Y es que a la propuesta concertista del evento se suma invitados de lujo como el trompetista James Morrison, músico de jazz multi-instrumentista, capaz de ejecutar el saxofón soprano, alto, tenor, el clarinete, trompeta baja, trombón, tuba, bombardino, double bass y piano.
Este reputada figura del género ofreció esta semana un "master class" en la Universidad Internacional de Florida (FIU), donde explicó su enfoque de lo que debe ser la docencia musical, "basada en la enseñanza personalizada que hunde sus raíces en la relación íntima entre maestro y pupilo".
Morrison, que compuso y ejecutó la fanfarria de apertura de los Juegos Olímpicos de Sidney 2000, pone en práctica esta filosofía en su Academia de Música, que inició en Australia en el año 2015.
Fuente: Miami Diario