Con broche de oro, ayer se celebró el cierre del XII Festival Ecuador Jazz, que reunió en un escenario ubicado en la Plaza del Teatro a formaciones nacionales e internacionales.
Desde las 12:00, cientos de amantes de la música se congregaron en torno a esta famosa plaza, epicentro de lo que fue este festival, que durante casi dos semanas reunió a algunas de las grandes figuras del jazz mundial.
El acto, que fue gratuito, gozó con la complicidad de un nutrido público que presenció esta gran fiesta de la música. “Acudí a varios conciertos y puedo decir que han sido geniales, todos de una gran calidad, gran sonido de los espacios, precios muy asequibles, la verdad todo genial”, recordó Julio Paredes, aficionado al jazz.
De lujo
Este festival contó con la participación de la Orquesta de los Instrumentos Andinos, el maliense Cheik Tidiane Seck, el grupo proveniente de Colombia Paíto, los Gaiteros Punta Brava y representando al país Ecuador Encuentro Jazz. Estos últimos abrieron el show con un recital suave e hipnótico, destacando el saxo del español Gilberto Rivero. También participó la cantante María Tejada, quien con su aterciopelada voz cautivó al público.
Luego llegó el turno de la Orquesta de los Instrumentos Andinos, que ofreció un repertorio adaptado a la temática del festival, pero que también encandiló al público. Minutos antes de salir al escenario Marco Flores, quien entona la flauta de pan, ofreció unas declaraciones: “Es la primera vez que tocamos en el festival, es un gran honor. Vamos a interpretar temas de Chick Corea, que hace latin jazz, también tocaremos algunos temas nuestros. El jazz no es un género fácil, por lo que tenemos que hacer valer el virtuosismo de la banda”.
Jam sessions
En total fueron 11 días de conciertos, charlas magistrales, películas y otros eventos. Cabe mencionar las jam sessions, que fueron muy comentadas y aplaudidas. Después de terminar los conciertos en el Teatro Nacional Sucre el público presente podía acudir al Teatro Variedades a cenar un plato de gastronomía hispano ecuatoriana, tomar una cerveza y seguir disfrutando de la velada jazzística.
“Las conclusiones del festival son muy positivas. Hemos tenido un amplia gama de actividades, el público se involucró totalmente, hemos tenido una muy buena afluencia de público y, además, otorgamos presentaciones de un gran nivel”, manifestó Darío Granja, de la organización del festival.
Uno de los momentos más esperados fue el concierto del músico de Mali Cheik Tidiane Seck, uno de los más importantes referentes de toda África. Es teclista, cantante, arreglista y ha compartido escenario con gente como Salif Keita, Fela Kuti y el senegalés Youssou N’Dour.
Luego llegó Paíto y los Gaiteros Punta Brava, un maravilloso conjunto de gaitas liderados por el emblemático Sixto Salgado Paíto, uno de los últimos exponentes de la corriente de la Gaita Negra. “Sixto nos remite a una época pasada, a un tiempo remoto. Él vive en la Isla del Rosario, en Colombia, en total armonía con la naturaleza”, recordaba Urián Sarmiento, músico de la banda. El propio Sarmiento realiza una labor en Colombia que consiste en recuperar la música tradicional del ámbito rural a través de su proyecto: Sonidos Enraizados.
Fuente: Diario La Hora de Ecuador
Desde las 12:00, cientos de amantes de la música se congregaron en torno a esta famosa plaza, epicentro de lo que fue este festival, que durante casi dos semanas reunió a algunas de las grandes figuras del jazz mundial.
El acto, que fue gratuito, gozó con la complicidad de un nutrido público que presenció esta gran fiesta de la música. “Acudí a varios conciertos y puedo decir que han sido geniales, todos de una gran calidad, gran sonido de los espacios, precios muy asequibles, la verdad todo genial”, recordó Julio Paredes, aficionado al jazz.
De lujo
Este festival contó con la participación de la Orquesta de los Instrumentos Andinos, el maliense Cheik Tidiane Seck, el grupo proveniente de Colombia Paíto, los Gaiteros Punta Brava y representando al país Ecuador Encuentro Jazz. Estos últimos abrieron el show con un recital suave e hipnótico, destacando el saxo del español Gilberto Rivero. También participó la cantante María Tejada, quien con su aterciopelada voz cautivó al público.
Luego llegó el turno de la Orquesta de los Instrumentos Andinos, que ofreció un repertorio adaptado a la temática del festival, pero que también encandiló al público. Minutos antes de salir al escenario Marco Flores, quien entona la flauta de pan, ofreció unas declaraciones: “Es la primera vez que tocamos en el festival, es un gran honor. Vamos a interpretar temas de Chick Corea, que hace latin jazz, también tocaremos algunos temas nuestros. El jazz no es un género fácil, por lo que tenemos que hacer valer el virtuosismo de la banda”.
Jam sessions
En total fueron 11 días de conciertos, charlas magistrales, películas y otros eventos. Cabe mencionar las jam sessions, que fueron muy comentadas y aplaudidas. Después de terminar los conciertos en el Teatro Nacional Sucre el público presente podía acudir al Teatro Variedades a cenar un plato de gastronomía hispano ecuatoriana, tomar una cerveza y seguir disfrutando de la velada jazzística.
“Las conclusiones del festival son muy positivas. Hemos tenido un amplia gama de actividades, el público se involucró totalmente, hemos tenido una muy buena afluencia de público y, además, otorgamos presentaciones de un gran nivel”, manifestó Darío Granja, de la organización del festival.
Uno de los momentos más esperados fue el concierto del músico de Mali Cheik Tidiane Seck, uno de los más importantes referentes de toda África. Es teclista, cantante, arreglista y ha compartido escenario con gente como Salif Keita, Fela Kuti y el senegalés Youssou N’Dour.
Luego llegó Paíto y los Gaiteros Punta Brava, un maravilloso conjunto de gaitas liderados por el emblemático Sixto Salgado Paíto, uno de los últimos exponentes de la corriente de la Gaita Negra. “Sixto nos remite a una época pasada, a un tiempo remoto. Él vive en la Isla del Rosario, en Colombia, en total armonía con la naturaleza”, recordaba Urián Sarmiento, músico de la banda. El propio Sarmiento realiza una labor en Colombia que consiste en recuperar la música tradicional del ámbito rural a través de su proyecto: Sonidos Enraizados.
Fuente: Diario La Hora de Ecuador