El trío del baterista y vibrafonista Ches Smith se presentó en la sala Sinfónica del CCK su reciente obra The Bell, editada por el prestigioso sello alemán ECM. Una serie de composiciones orientadas hacia lo experimental, tanto desde lo conceptual como desde lo tímbrico.
Acompañado por Craig Taborn en piano y Mat Maneri en viola, Smith desarrolló un enfoque en el que conjugó un lenguaje complejo con una persistente creación de texturas y atmósferas en las que los límites quedaron disueltos. Smith es un baterista que frecuenta la escena del rock y del jazz a través de su participación en bandas del avant garde neoyorquino como las de Mary Halvorson o Marc Ribot, o los grupos de John Zorn y Tim Berne; en tanto Taborn y Maneri hace más de diez años que vienen tocando juntos en el proyecto del pianista, Junk Magic.
The Bell marcó el comienzo del concierto, con una suave introducción de vibráfono, de tono minimalista, con el que fue subrayando ciertas fronteras desde las cuales Maneri y Taborn construyeron una atmósfera de variable densidad. El trío tiene vuelo técnico y su abordaje es, esencialmente, cerebral. Un colectivo de ensamble perfecto, en el que se percibe que el liderazgo de Smith no descompensa la química del grupo.
Estructuras elementales, fragmentos de melodismo atravesados por secuencias de golpes simples y dobles del baterista, arcos de tensión mediante el uso de potentes ostinatos por parte de Taborn y sábanas de sonido surgiendo de la viola crearon los contornos de una música contundente, que transita por un sendero de vanguardia. Como en Isn’t It Over?, en la que el trío abandona la sonoridad de cámara para lanzarse a una improvisación inspirada, en la que Maneri delineó una melodía despojada de sentimentalismo, a la que Smith rodeó de un creativo motivo rítmico a la vez que Taborn le inyectó intensidad, a través de un discordante encadenamiento en el piano.
Más amable en el vibráfono, avasallante en la batería, Smith supo darle color a los tambores, con los que dio forma a diferentes timbres. Su ataque, que nos recuerda su transito en el rock, fue implacable. Maneri, a la manera del líder, contrastó pasajes de elevado melodismo con otros de intensa fricción; en tanto Taborn es un pianista genial, con ideas de una mágica creatividad y de potente sonoridad, sin ser por ello invasiva. Una combinación que imprimió especial combustión a la propuesta, que exhibió equilibradas dosis tanto de composición e improvisación, como de conciencia y espíritu, a la que el público adhirió con una sostenida ovación final.
Fuente: Diario El Clarín de Argentina
http://www.clarin.com/extrashow/musica/Ches-Smith-Trio-CCK-vanguardia_0_1605439638.html
Acompañado por Craig Taborn en piano y Mat Maneri en viola, Smith desarrolló un enfoque en el que conjugó un lenguaje complejo con una persistente creación de texturas y atmósferas en las que los límites quedaron disueltos. Smith es un baterista que frecuenta la escena del rock y del jazz a través de su participación en bandas del avant garde neoyorquino como las de Mary Halvorson o Marc Ribot, o los grupos de John Zorn y Tim Berne; en tanto Taborn y Maneri hace más de diez años que vienen tocando juntos en el proyecto del pianista, Junk Magic.
The Bell marcó el comienzo del concierto, con una suave introducción de vibráfono, de tono minimalista, con el que fue subrayando ciertas fronteras desde las cuales Maneri y Taborn construyeron una atmósfera de variable densidad. El trío tiene vuelo técnico y su abordaje es, esencialmente, cerebral. Un colectivo de ensamble perfecto, en el que se percibe que el liderazgo de Smith no descompensa la química del grupo.
Estructuras elementales, fragmentos de melodismo atravesados por secuencias de golpes simples y dobles del baterista, arcos de tensión mediante el uso de potentes ostinatos por parte de Taborn y sábanas de sonido surgiendo de la viola crearon los contornos de una música contundente, que transita por un sendero de vanguardia. Como en Isn’t It Over?, en la que el trío abandona la sonoridad de cámara para lanzarse a una improvisación inspirada, en la que Maneri delineó una melodía despojada de sentimentalismo, a la que Smith rodeó de un creativo motivo rítmico a la vez que Taborn le inyectó intensidad, a través de un discordante encadenamiento en el piano.
Más amable en el vibráfono, avasallante en la batería, Smith supo darle color a los tambores, con los que dio forma a diferentes timbres. Su ataque, que nos recuerda su transito en el rock, fue implacable. Maneri, a la manera del líder, contrastó pasajes de elevado melodismo con otros de intensa fricción; en tanto Taborn es un pianista genial, con ideas de una mágica creatividad y de potente sonoridad, sin ser por ello invasiva. Una combinación que imprimió especial combustión a la propuesta, que exhibió equilibradas dosis tanto de composición e improvisación, como de conciencia y espíritu, a la que el público adhirió con una sostenida ovación final.
Fuente: Diario El Clarín de Argentina
http://www.clarin.com/extrashow/musica/Ches-Smith-Trio-CCK-vanguardia_0_1605439638.html