Su música es un rico mélange que combina latino, funk, brasileño, soul y jazz. Y lo que sucede es que este pianista y compositor húngaro, radicado en EE. UU., ha estado expuesto a los más distintos estilos. Por ejemplo, al post bop tocando al lado del recién fallecido vibrafonista Bobby Hutcherson, Joe Henderson o Charles McPherson; igual al funk fusion asistiendo a Victor Bailey, Marcus Miller y Lenny White; a los ritmos latinos con Arturo Sandoval, Pete Escovedo y Ray Obiedo; y por si fuera poco al funk y rhtym and blues acompañando a Lalah Hathaway, Ledisi y Melba Moore. Eso explica los sabores y colores de su obra y al éxito alcanzado desde su primer álbum Foreign matter y ahora del recién lanzado Absolute reality. Discos ambos donde se apoya de sólidos músicos como Bob Mintzer (Yellowjackets), Randy Brecker, John Peña, Ray Obiedo, Larry Kimpel y Walfredo Reyes Jr., entre otros. Y con todo ese bagaje de influencias como también de su técnica pianística, este egresado del Conservatorio de Música Bela Bartok (Hungría) y del Berklee College of Music (Boston,EE.UU.) llega por primera vez a Guatemala, para presentarse en un único concierto el miércoles 14 de septiembre a las 20:00 horas en el Teatro Dick Smith, del IGA (ruta 1 4-05, zona 4).
Durante la presentación interpretará, The View, Escape from Oakland, Foreing matter, The coast is clear, Werewolf y otras más, acompañado del trompetista Armando Trujillo, del saxofonista Javier García, del guitarrista German Giordano, del percusionista Mynor García, de la batería de Alvin Díaz y del bajista Alejandro Álvarez. Previo a su llegada al país, elPeriódico.com.gt tuvo la oportunidad de formularle algunas preguntas vía electrónica.
¿Cuál ha sido la respuesta de Absolute reality?
– En extremo buena. Se convirtió en bestseller No.1 en Amazon en la sección de jazz fusión y en bestseller No.2 en iTunes en la sección de estrenos mundiales. También ha ganado muy buenas críticas.
Seguro actuó con mayor madurez en cuanto a composición y producción.
– Escribo lo que siento en un momento dado, sin considerar mucho la implicación comercial que tenga. A medida que me haga mayor y más maduro (con las experiencias de la vida) quiero que mi música refleje eso. En mi música hay variedad, como reflejo de lo que me sucede.
¿Han cambiado las cosas en el jazz?
– Sí. El jazz cambia todos los días, al igual que todos nosotros, pero como individuos ciertas cosas permanecen. La forma en cómo se siente y cómo se experimenta la vida por ejemplo, y que se da todos los días. Lo mismo en la música. Hay música actual que me gusta, no solo el jazz. Hay estilos allá fuera de los que se aprende. En cuanto al jazz, está fuertemente arraigado a mí por el ritmo y por la armonía en la que fui influenciado por la música de Bartok, quien armónicamente “jugaba” con ella como niño, por la disonancia y por la armonía húngara moderna que poseía.
¿Qué es lo que un músico de jazz debiese hacer para atraer al público joven?
– La música tiene que ser cautivadora. He tocado en muchas giras alrededor del mundo con músicos como Bennie Maupin que a los 68 años le sube la temperatura a las salas de conciertos frente a miles de veinteañeros como si se tratara de un gran concierto de rock. La música y la presentación tienen que ser convincentes. Y una cosa más, con educación.
¿En qué proyectos trabaja ahora?
– Trabajo en mi nuevo álbum para el próximo año. Cada año toco como solista muchos registros estilísticos. Por ello grabaré un proyecto brasileño con las cantantes María Volonté de Argentina; con Claudia Villela, de Brasil; y con Carla Helmbrecht de EE. UU. junto a Arturo Sandoval y Branford Marsalis; forjamos un nuevo álbum con el Ray Obiedo Latin Jazz Project; lo mismo, otro disco brasileño con Sandy Cressman; y un disco de jazz straight ahead acústico con el maravilloso saxofonista, Charles McNeal.
Fuente: El Periódico de Guatemala
http://elperiodico.com.gt/2016/09/12/oculta/el-jazz-sabroso-de-peter-horvath/
Durante la presentación interpretará, The View, Escape from Oakland, Foreing matter, The coast is clear, Werewolf y otras más, acompañado del trompetista Armando Trujillo, del saxofonista Javier García, del guitarrista German Giordano, del percusionista Mynor García, de la batería de Alvin Díaz y del bajista Alejandro Álvarez. Previo a su llegada al país, elPeriódico.com.gt tuvo la oportunidad de formularle algunas preguntas vía electrónica.
¿Cuál ha sido la respuesta de Absolute reality?
– En extremo buena. Se convirtió en bestseller No.1 en Amazon en la sección de jazz fusión y en bestseller No.2 en iTunes en la sección de estrenos mundiales. También ha ganado muy buenas críticas.
Seguro actuó con mayor madurez en cuanto a composición y producción.
– Escribo lo que siento en un momento dado, sin considerar mucho la implicación comercial que tenga. A medida que me haga mayor y más maduro (con las experiencias de la vida) quiero que mi música refleje eso. En mi música hay variedad, como reflejo de lo que me sucede.
¿Han cambiado las cosas en el jazz?
– Sí. El jazz cambia todos los días, al igual que todos nosotros, pero como individuos ciertas cosas permanecen. La forma en cómo se siente y cómo se experimenta la vida por ejemplo, y que se da todos los días. Lo mismo en la música. Hay música actual que me gusta, no solo el jazz. Hay estilos allá fuera de los que se aprende. En cuanto al jazz, está fuertemente arraigado a mí por el ritmo y por la armonía en la que fui influenciado por la música de Bartok, quien armónicamente “jugaba” con ella como niño, por la disonancia y por la armonía húngara moderna que poseía.
¿Qué es lo que un músico de jazz debiese hacer para atraer al público joven?
– La música tiene que ser cautivadora. He tocado en muchas giras alrededor del mundo con músicos como Bennie Maupin que a los 68 años le sube la temperatura a las salas de conciertos frente a miles de veinteañeros como si se tratara de un gran concierto de rock. La música y la presentación tienen que ser convincentes. Y una cosa más, con educación.
¿En qué proyectos trabaja ahora?
– Trabajo en mi nuevo álbum para el próximo año. Cada año toco como solista muchos registros estilísticos. Por ello grabaré un proyecto brasileño con las cantantes María Volonté de Argentina; con Claudia Villela, de Brasil; y con Carla Helmbrecht de EE. UU. junto a Arturo Sandoval y Branford Marsalis; forjamos un nuevo álbum con el Ray Obiedo Latin Jazz Project; lo mismo, otro disco brasileño con Sandy Cressman; y un disco de jazz straight ahead acústico con el maravilloso saxofonista, Charles McNeal.
Fuente: El Periódico de Guatemala
http://elperiodico.com.gt/2016/09/12/oculta/el-jazz-sabroso-de-peter-horvath/