El cambio de ubicación del Jazz & Food, del Parc del Centre del Poblenou al Moll de la Fusta, además, permitió incrementar el aforo y en su tercera edición llegó a la cifra de 55.000 asistentes. La gran fiesta del jazz y la gastronomía en Barcelona acogió siete actuaciones musicales acompañadas por la oferta de 25 restaurantes de la ciudad especializados en cocinas del mundo. Las actividades paralelas y de calle han conseguido sumar 36.100 personas: La Font Màgica de Montjuïc, la programación en el Spirit 1919 del Hotel Palace y la exposición fotográfica Jazz Images de Jean-Pierre Leloir en el FNAC Illa y Triangle.
Un año más, el ciclo de Clases Magistrales en el Conservatorio del Liceo -bajo el mecenazgo de la Fundación de Música Ferrer Salat- ha dado lugar a algunos de los momentos más destacables del festival, con la participación de músicos como Logan Richardson, Miguel Zenón, Tomatito, Fred Hersch, The Bad Plus y Carles Benavent. El Teatre Auditori de Sant Cugat, sede del Festival fuera de la ciudad, ha llenado los dos conciertos que se celebraron, James Rhodes y Chucho Valdés & Gonzalo Rubalcaba. Este último tuvo un prólogo/conferencia/diálogo entre Chucho Valdés y el director artístico del Festival, Joan Anton Cararach, sobre la tradición pianística cubana.
En 2018, el festival de jazz de Barcelona, que nació el 3 de noviembre de 1966 con un concierto del Dave Brubeck Quartet en el Palau de la Música, celebrará su edición número 50 (entre 1977 y 1979 el festival estuvo suspendido) con un programa muy especial que de hecho se alargará con conciertos extraordinarios fuera del otoño.
El primero será el debut en Barcelona de Cameron Graves, en Luz de Gas, y lo hará al frente de su trío el 27 de abril de 2018. Junto con Kamasi Washington, Graves ha formado parte del colectivo West Coast Get Down. “Cameron Graves es un genio musical. Tiene una manera tan innovadora de tocar el piano que es del todo única. Su disco Planetary Prince es una extraordinaria y casi increíble combinación de jazz modal, música clásica romántica de aires europeos, y death metal matemático. Un estilo tan especial que se merecería tener incluso género propio. Su música me ha inspirado desde que yo tenía 13 años y aún lo hace hoy. ¡Estoy muy feliz que la comparta ahora con el mundo entero!”, dijo de él Washington.
Fuente: AP Musicales
