Quince años después de llenar hasta la bandera el auditorio del Palacio Euskalduna, Woody Allen volverá el 16 de junio a tocar el clarinete en la misma sala acompañado de la Eddy Davis New Orleans Jazz Band, con la que actúa los lunes por la noche en el Café Carlyle de Nueva York. El de Bilbao es uno de los tres recitales programados en España dentro de su gira europea. El cineasta y su conjunto también tocarán en el Festival Jardins de Pedralbes de Barcelona el 18 de junio y en Madrid dos días después, en un espacio aún por concretar. Los conciertos de esta gira carecerán de repertorio fijo, indicó ayer la promotora. Los músicos interpretarán canciones escogidas entre una selección de temas del siglo XX compuestos por clásicos como Louis Armstrong, Sidney Bechet y George Lewis.
Woody Allen actuó en Bilbao por primera -y hasta ahora última- vez el 29 de diciembre de 2004. El concierto estaba inicialmente programado para el 30 de junio de aquel año, pero se retrasó por el rodaje de su comedia 'Melinda y Melinda'. El cineasta viajó hasta la capital vizcaína acompañado por su mujer, Soon-Yi, algunos de sus hijos y varios amigos. Y horas antes de subir al escenario del Euskalduna y acompañado por sus allegados, recorrió las salas del Museo Guggenheim guiado por el director del centro, Juan Ignacio Vidarte. El recital fue un éxito. El público, vestido de gala, aplaudió entusiasmado al realizador y su banda. «Allen vestía como cualquier bilbaíno en días de frío: camisa azul clara, pantalón de pana marrón y zapatos de cordones del mismo color», contaban los periódicos al día siguiente.
Woody Allen, que actuó en España por última vez en el Gran Teatre del Liceu de Barcelona en 2014, toca junto a la New Orleans Jazz Band desde hace 36 años. Las entradas para Bilbao se pondrán a la venta el próximo martes, 19 de febrero, y las de Barcelona este lunes, día 18, a las 10 horas. De momento no se han trasladado más detalles sobre el concierto de Madrid.
La nueva visita de Woody Allen coincidirá con su caída en desgracia en la industria del cine, arrastrado por la campaña del #MeToo que realimentó las viejas acusaciones de Mia Farrow, su exmujer, quien alegó que el realizador había abusado de una de las hijas que habían adoptado juntos.
Fuente: Diario Vasco