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Figuras de un solo trazo de Eduardo Elia / stereojazz
Figuras de un solo trazo es un álbum que contiene diez composiciones propias de su autor, el pianista cordobés Eduardo Elia.   Se trata de su cuarto registro discográfico, ya que antes había editado Callado (2008); El yang y el yang (2011) y We see (2012). Discípulo de Ernesto Jodos, pasó por la mítica Berklee College of Music de Boston, una suerte de Meca para los jóvenes de todo el mundo que quieren formarse en el jazz.

El disco grabado junto a Cristian Andrada (contrabajo) -con quien ya había editado We see (2012)-, y el rosarino Luciano Ruggieri (batería), apela a la capacidad de improvisación que caracteriza al género. De allí la analogía del título, puesto que el dibujo a mano alzada no admite vuelta atrás.

Como la mayoría de sus colegas, Elia pasó por el harb bop, el post bop y el free jazz, aunque siempre dejando su impronta personal y para él resulta importante no quedarse con el rol del músico que se limita a interpretar los denominados standards del jazz, algo que queda suficientemente en claro en su último trabajo discográfico.

La persistencia de lo fugaz, la primera pista del registro, regala una notable improvisación pianística que se abre paso desde lo rítmico con un acompañamiento perfectamente sincronizado de Andrada y Ruggieri. A grandes rasgos intenta narrar una historia donde el piano recibe la ayuda del contrabajo y la batería. Le sigue Lo que dura un instante, con una atmósfera intimista donde afloran sentimientos inquietantes y persistentes.

Fastone le imprime velocidad al disco con una composición que tiene reminiscencias tanto del hard bop como del free jazz. El clima introspectivo vuelve pronto con Lo que queda de lo que cambia, una interesante composición donde Andrada se luce en el contrabajo y la improvisación pianística se ve realzada por un destacado trabajo de Ruggieri en la percusión.

Irreversible evoluciona desde la angustia, sentimiento que también sirve de inspiración a Pasajero frecuente, otra de las composiciones donde Elia muestra su interés por el free jazz.

Todos en uno consta de dos partes y demuestra la creatividad y capacidad de Elia como compositor. El disco se cierra con Como vivido dos veces, donde la repetición y la variación vuelven a apoderarse del centro de la escena sobre un fondo ominoso.

Fuente: Revista Sublime

http://revistasublime.com.ar/jazz-a-mano-alzada/

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